¿Prohibido mirar a la cámara?
He recibido un comentario muy interesante acerca de mi estilo de fotografía y el fotoperiodismo de boda. Aunque de primeras podría parecer algo más bien personal creo que es una buena oportunidad para que entre todos dictaminemos donde están los límites del fotoperiodismo de boda y, dicho sea de paso, lo que pretendemos en UnionWep.
Un profesional anónimo de otro país europeo me escribió diciendo resumidamente que si bien yo describía muy bien lo que es el fotoperiodismo de boda no lo ponía en práctica. Asumía la calidad de mis imágenes pero expresando que son más bien clásicas y que abuso de posados, así como la ausencia de robados más espontáneos. Todo esto con mucha educación y como crítica constructiva sin ánimo de ofender, por supuesto.
En mis anteriores artículos ya expresé, creo que correctamente, que el fotoperiodismo de boda no es algo cerrado, que se puede y debe mirar a cámara si así surge, y demás matizaciones. El fotoperiodismo de boda no significa un completo porcentaje de robados, sino en todo caso mayoritario, siempre que hablemos de puristas. Pero es un concepto abierto, como todos podemos comprobar en cientos de profesionales que lo desarrollan.
Si visitamos webs como la Wpja norteamericana (inventores del concepto), comprobaremos que los mayores exponentes del fotoperiodismo de boda no siguen esas pautas tan puristas. Veremos poses, más o menos naturales, miradas a cámara y demás, porque forma parte de la realidad y lo demás es ser demasiado extremista. Y los extremos no son buenos. Una cosa es evitar las poses artificales, y otra muy distinta no hacer una foto porque la postura de la pareja puede parecer no espontánea. Si la pareja tiene libertad se pondrán como quieran y nosotros disparamos, punto.
Se trata de saber hacer la foto en el momento adecuado, sean cuales sean las circunstancias. Colocarte en ese lugar idóneo, esperar el momento indicado, jugar con la luz, sea natural o provenga de nuestros medios. Luego, queramos o no, interactuamos y eso es importante. El detalle está en cómo interactuamos. Porque si somos fotógrafos demasiado serios que no nos comunicamos con la gente tendremos que hacer todo robados porque metemos la pata si abrimos la boca.
Pero hay gente con un don, el de saber comunicarse con la gente. Este don lo tienen muchos grandes fotógrafos de boda (no usemos el término fotoperiodista de boda pues estamos hablando de calidad y los estilos se fusionan y dejan de tener sentido).
Estos personajes no llegan el día de la boda sin conocer apenas a la pareja. Son profesionales, de muy alto nivel y tienen un trabajo oculto detrás de cada boda. Se lo curran, se lo trabajan y da resultado. Estos maestros trabajan con la pareja previamente, conociéndola, acercándose, de modo que pueden interactuar el día de la boda sin molestar, sin destruir la realidad. Es más, con su intromisión sacan lo mejor de las personas, relajan a la pareja en un día de nervios y rompen con los miedos y vergüenzas. Luego sus poses son naturales, tal y como ellos son, da igual si miran a la cámara o si parecen más o menos robados.
De este modo, la pareja es ella misma, sin tonterías. Posa, de modo natural y se sienten protagonistas de las fotografías, como si fuera una película en el cine. Sé que en tu país, Inglaterra, los robados son muy comunes y conozco grandes profesionales, espero que seas uno de ellos, porque tengo mucho que aprender de esta gente.
Todos vemos grandes fotografías que no son robados de estos artistas que admiramos visitando sus webs, y nos quedamos absortos. Obviamente es difícil lograr eso con una pareja a la que no conocemos, pareja que está nerviosa y que jamás estuvo delante de una cámara. Debemos preparar el terreno, abrir nuestros corazones para lograr lo mejor. Si dejamos todo esto al azar será raro lograr esa naturalidad de forma espontánea, hay que trabajarla.
Estos grandes fotógrafos tienen robados impresionantes, por supuesto, pero muchas de sus grandes fotografías muestran claramente que su presencia no rompe el ambiente. Eso se logra con trabajo. Incluso, si los novios se sienten tan cómodos, podemos pensar que la pareja posa cuando en realidad el fotógrafo no les ha dicho nada, que es lo que a mí me sucede con mis parejas.
Para mí la suerte no existe. Logro esto con mis parejas después de un duro trabajo, de sesiones preboda y entrevistas que parecen más cafés con amigos que otra cosa. Algunas parejas son más abiertas, otras un poco más tímidas, pero siempre lo logro. Son ellas mismas y se sienten tan bien delante de la cámara que se inventan mil posturas.
Algunas veces piden sugerencias y es cuando les doy algunas nociones de cómo relajarse. Les cuento cuales de sus posturas veo forzadas o errores de postura corporal, como mucho gestos que les quedan bien y los que no, queriendo que sean ellos mismos. Todo ello mirando fotos en la cámara, comprobando ellos lo que estoy diciendo. Aprenden a relajarse, o si ustedes quieren llamarlo así, a posar.
He de reconocer que no soy un purista del fotoperiodismo de boda. Lo que sucede es que yo mezclo varias tendencias, como la moda junto al fotoperiodismo de boda en mis reportajes. Y lo logro como he explicado anteriormente, sin artificialidad.
En realidad, todos debemos reconocer que muchos novios que buscan a fotoperiodistas de boda es porque odian verse en fotos y no quieren mirar jamás a la cámara. En verdad no es que no quieran posar, es que tienen pánico, algo natural.
No todas las parejas asumirán esto. Yo creo que tengo una especie de filtro en mi web, donde la gente que me llama tiene claro lo que quiere y con mis textos y parrafadas ya intuyen de qué va la cosa. Quizá sea casualidad, pero acuden a mí parejas muy emocionales, muy expresivas. Así muchas de mis imágenes parecen posados pero jamás toco a una pareja, y poco les digo aparte de que se paren en esta esquina o que se sienten en esa roca. Son ellos los que se relajan y tras ver las fotos que voy haciendo se atreven y desean verse de una forma más teatral o artística. Esto lo puede lograr cualquiera con un poco de esfuerzo y don de gentes.
También decir que la selección de mis imágenes en mi web quizás no ha reflejado bien la espontaneidad del robado y este espíritu periodístico, eso es cierto. Voy a reestructurarla, ya que, como pides, fotografías de robados en fiestas y casas de novias tengo para aburrir, muchas de ellas con una calidad que espero te emocione tanto como a mí. Pero esas son muy fáciles de obtener. En las fiestas todo el mundo hace el gracioso, delante o no de la cámara. Yo quiero demostrar mi trabajo de otra manera, prefiero centrarme en la ceremonia, algo que muchos olvidan.
El fotoperiodismo no es pues algo cerrado. De hecho si todas las fotos son robados puros y duros va ser un reportaje extraño. Además, en la ceremonia es complicado que los novios te posen, y creo que he demostrado en mis imágenes de ceremonia que hay un duro trabajo detrás. Lo creo más importante que un par de robados de los novios bailando o amigos borrachos.
Con respecto a la variedad de parejas, creo que hay más de dos. Y no tengo problema en decir que apenas llevo dos años de profesional, y las bodas de las que realmente voy viendo que salen excepcionales fotos son ahora. Ahora que tengo más temple con la cámara y sé muy bien lo que quiero y lo que me han trasmitido mis clientes. Aparte, en mi blog, trato de transmitir este movimiento, actualizando constantemente, comunicándome con mis clientes actuales y los futuros. Reconozco que no suelo poner muchos robados, pues considero que para que sean buenos deben cumplir muchas cosas y quizás por mi exigencia no expongo tantos en la web.
Amigo anónimo, primero no tengas problema en decirnos tu nombre, pues respeto mucho tu opinión y tu interés por entrar en UnionWep se verá acrecentado por tus constructivos comentarios. No tengas miedo que si mereces entrar lo harás, critiques o no. Digo esto porque él decía que no se indentificaba porque quería entrar en UnionWep. Confía en que somos grandes profesionales y, espero, mejores personas, los que formamos parte de UnionWep.
Serás bienvenido si tu trabajo así lo determina, no tengo duda alguna. Vamos a ser duros, pero no somos injustos. Si lo deseas puedes contactar conmigo cuando lo desees, seguro que aprendo más aún de tus palabras y tus imágenes. Espero que esto nos sea útil a todos, no sólo a mí. Compartiendo nuestros métodos de trabajo y nuestras experiencias. No pretendemos nada más. Saludos.
Por Fran Russo (imagen del mismo autor).
Un profesional anónimo de otro país europeo me escribió diciendo resumidamente que si bien yo describía muy bien lo que es el fotoperiodismo de boda no lo ponía en práctica. Asumía la calidad de mis imágenes pero expresando que son más bien clásicas y que abuso de posados, así como la ausencia de robados más espontáneos. Todo esto con mucha educación y como crítica constructiva sin ánimo de ofender, por supuesto.
En mis anteriores artículos ya expresé, creo que correctamente, que el fotoperiodismo de boda no es algo cerrado, que se puede y debe mirar a cámara si así surge, y demás matizaciones. El fotoperiodismo de boda no significa un completo porcentaje de robados, sino en todo caso mayoritario, siempre que hablemos de puristas. Pero es un concepto abierto, como todos podemos comprobar en cientos de profesionales que lo desarrollan.
Si visitamos webs como la Wpja norteamericana (inventores del concepto), comprobaremos que los mayores exponentes del fotoperiodismo de boda no siguen esas pautas tan puristas. Veremos poses, más o menos naturales, miradas a cámara y demás, porque forma parte de la realidad y lo demás es ser demasiado extremista. Y los extremos no son buenos. Una cosa es evitar las poses artificales, y otra muy distinta no hacer una foto porque la postura de la pareja puede parecer no espontánea. Si la pareja tiene libertad se pondrán como quieran y nosotros disparamos, punto.
Se trata de saber hacer la foto en el momento adecuado, sean cuales sean las circunstancias. Colocarte en ese lugar idóneo, esperar el momento indicado, jugar con la luz, sea natural o provenga de nuestros medios. Luego, queramos o no, interactuamos y eso es importante. El detalle está en cómo interactuamos. Porque si somos fotógrafos demasiado serios que no nos comunicamos con la gente tendremos que hacer todo robados porque metemos la pata si abrimos la boca.
Pero hay gente con un don, el de saber comunicarse con la gente. Este don lo tienen muchos grandes fotógrafos de boda (no usemos el término fotoperiodista de boda pues estamos hablando de calidad y los estilos se fusionan y dejan de tener sentido).
Estos personajes no llegan el día de la boda sin conocer apenas a la pareja. Son profesionales, de muy alto nivel y tienen un trabajo oculto detrás de cada boda. Se lo curran, se lo trabajan y da resultado. Estos maestros trabajan con la pareja previamente, conociéndola, acercándose, de modo que pueden interactuar el día de la boda sin molestar, sin destruir la realidad. Es más, con su intromisión sacan lo mejor de las personas, relajan a la pareja en un día de nervios y rompen con los miedos y vergüenzas. Luego sus poses son naturales, tal y como ellos son, da igual si miran a la cámara o si parecen más o menos robados.
De este modo, la pareja es ella misma, sin tonterías. Posa, de modo natural y se sienten protagonistas de las fotografías, como si fuera una película en el cine. Sé que en tu país, Inglaterra, los robados son muy comunes y conozco grandes profesionales, espero que seas uno de ellos, porque tengo mucho que aprender de esta gente.
Todos vemos grandes fotografías que no son robados de estos artistas que admiramos visitando sus webs, y nos quedamos absortos. Obviamente es difícil lograr eso con una pareja a la que no conocemos, pareja que está nerviosa y que jamás estuvo delante de una cámara. Debemos preparar el terreno, abrir nuestros corazones para lograr lo mejor. Si dejamos todo esto al azar será raro lograr esa naturalidad de forma espontánea, hay que trabajarla.
Estos grandes fotógrafos tienen robados impresionantes, por supuesto, pero muchas de sus grandes fotografías muestran claramente que su presencia no rompe el ambiente. Eso se logra con trabajo. Incluso, si los novios se sienten tan cómodos, podemos pensar que la pareja posa cuando en realidad el fotógrafo no les ha dicho nada, que es lo que a mí me sucede con mis parejas.
Para mí la suerte no existe. Logro esto con mis parejas después de un duro trabajo, de sesiones preboda y entrevistas que parecen más cafés con amigos que otra cosa. Algunas parejas son más abiertas, otras un poco más tímidas, pero siempre lo logro. Son ellas mismas y se sienten tan bien delante de la cámara que se inventan mil posturas.
Algunas veces piden sugerencias y es cuando les doy algunas nociones de cómo relajarse. Les cuento cuales de sus posturas veo forzadas o errores de postura corporal, como mucho gestos que les quedan bien y los que no, queriendo que sean ellos mismos. Todo ello mirando fotos en la cámara, comprobando ellos lo que estoy diciendo. Aprenden a relajarse, o si ustedes quieren llamarlo así, a posar.
He de reconocer que no soy un purista del fotoperiodismo de boda. Lo que sucede es que yo mezclo varias tendencias, como la moda junto al fotoperiodismo de boda en mis reportajes. Y lo logro como he explicado anteriormente, sin artificialidad.
En realidad, todos debemos reconocer que muchos novios que buscan a fotoperiodistas de boda es porque odian verse en fotos y no quieren mirar jamás a la cámara. En verdad no es que no quieran posar, es que tienen pánico, algo natural.
No todas las parejas asumirán esto. Yo creo que tengo una especie de filtro en mi web, donde la gente que me llama tiene claro lo que quiere y con mis textos y parrafadas ya intuyen de qué va la cosa. Quizá sea casualidad, pero acuden a mí parejas muy emocionales, muy expresivas. Así muchas de mis imágenes parecen posados pero jamás toco a una pareja, y poco les digo aparte de que se paren en esta esquina o que se sienten en esa roca. Son ellos los que se relajan y tras ver las fotos que voy haciendo se atreven y desean verse de una forma más teatral o artística. Esto lo puede lograr cualquiera con un poco de esfuerzo y don de gentes.
También decir que la selección de mis imágenes en mi web quizás no ha reflejado bien la espontaneidad del robado y este espíritu periodístico, eso es cierto. Voy a reestructurarla, ya que, como pides, fotografías de robados en fiestas y casas de novias tengo para aburrir, muchas de ellas con una calidad que espero te emocione tanto como a mí. Pero esas son muy fáciles de obtener. En las fiestas todo el mundo hace el gracioso, delante o no de la cámara. Yo quiero demostrar mi trabajo de otra manera, prefiero centrarme en la ceremonia, algo que muchos olvidan.
El fotoperiodismo no es pues algo cerrado. De hecho si todas las fotos son robados puros y duros va ser un reportaje extraño. Además, en la ceremonia es complicado que los novios te posen, y creo que he demostrado en mis imágenes de ceremonia que hay un duro trabajo detrás. Lo creo más importante que un par de robados de los novios bailando o amigos borrachos.
Con respecto a la variedad de parejas, creo que hay más de dos. Y no tengo problema en decir que apenas llevo dos años de profesional, y las bodas de las que realmente voy viendo que salen excepcionales fotos son ahora. Ahora que tengo más temple con la cámara y sé muy bien lo que quiero y lo que me han trasmitido mis clientes. Aparte, en mi blog, trato de transmitir este movimiento, actualizando constantemente, comunicándome con mis clientes actuales y los futuros. Reconozco que no suelo poner muchos robados, pues considero que para que sean buenos deben cumplir muchas cosas y quizás por mi exigencia no expongo tantos en la web.
Amigo anónimo, primero no tengas problema en decirnos tu nombre, pues respeto mucho tu opinión y tu interés por entrar en UnionWep se verá acrecentado por tus constructivos comentarios. No tengas miedo que si mereces entrar lo harás, critiques o no. Digo esto porque él decía que no se indentificaba porque quería entrar en UnionWep. Confía en que somos grandes profesionales y, espero, mejores personas, los que formamos parte de UnionWep.
Serás bienvenido si tu trabajo así lo determina, no tengo duda alguna. Vamos a ser duros, pero no somos injustos. Si lo deseas puedes contactar conmigo cuando lo desees, seguro que aprendo más aún de tus palabras y tus imágenes. Espero que esto nos sea útil a todos, no sólo a mí. Compartiendo nuestros métodos de trabajo y nuestras experiencias. No pretendemos nada más. Saludos.
Por Fran Russo (imagen del mismo autor).
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