El control de la luz - Nikon CLS
Personalmente en mi forma de comprender la fotografía el control de la luz es algo indispensable. Un fotógrafo de boda debe adaptarse a todo pues sale de su estudio donde sabe la potencia exacta de cada flash y la calibración de su cámara para captar tal luz. En exteriores, en lugares improvisados uno debe pensar rápido y tener el equipo que permita trabajar cómodo.
Un gran error de muchos fotógrafos es el uso inadecuado del flash. En sí, el flash es un aporte de luz cuando esta es insuficiente, pero eso no significa que no sepamos ubicarlo o nos conformemos con la comodidad de llevarlo sobre la cámara y usarlo el 100% de las ocasiones. El flash debería usarse cuando la luz que proviene de determinados lugares naturales no es suficiente. Incluso podemos crear esos puntos de luz y obtener imágenes realmente espectaculares.
La luz de flash sobre la cámara anula por completo la vida de una fotografía, crea contrastes y sombras planas que destruyen por completo la naturalidad de la imagen. El ojo humano ve siempre sombras a su alrededor, se adapta a la presencia o ausencia de luz, del mismo modo que enfoca y desenfoca según mira uno u otro plano. Luego vemos una imágen con profundidad de campo mínima y con sombras y nos parece bella porque el cerebro la acepta como real y no como artificial.
El uso del flash sobre la cámara es pues un peligro para el resultado de las imágenes. Muchos fotógrafos de boda lo usan por comodidad, para asegurar la foto, pero si se lo trabajan más lograrán imágenes muy impactantes y sistemas como el CLS de Nikon lo permiten con gran libertad creativa.
Para hacer esto fuera de estudio, sin cables que compliquen la situación, existen diferentes sistemas de flash comunicados inalámbricamente por varios métodos. Para mí, que trabajo personalmente con Nikon por claras razones, el que más control permite es el CLS que traen incorporados los flashes de esta marca, sin necesidad de comprar ningún equipo externo.
A diferencia de otros sistemas vía radio, CLS permite el control TTL inteligente de los flashes, dejándonos libertad absoluta para la creatividad de la fotografía y adaptándose como ningún sistema a las circunstancias del lugar. Esto es importante sobre todo por el efecto de la luz rebotada. El sistema CLS capta esta luz e indica al flash que se dispare con la potencia justa y necesaria. Esto es de agradecer sobre todo cuando no se tiene tiempo de segundas tomas.
El control de la potencia puede ser modificado desde la misma cámara, algo importantísimo si se modifica la situación o si queremos crear un nuevo escenario de luz. Por ejemplo, en el altar podemos dibujar diversos escenarios cambiando la potencia de cada flash o incluso trabajando con multitud de flashes estratégicamente situados.
Este control independiente por grupos de múltiples flashes permite una creatividad sin límite que logra imágenes antes imposibles. Espero que les sea de utilidad esta información y nos ayude a comprender por qué hallamos belleza en algunas imágenes, pues no siempre el encuadre y la exposición perfecta hacen una fotografía magnífica.
Por Fran Russo (imágenes del mismo autor).
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