Párroco vs Fotógrafo
Después de muchos meses preparando y organizando el día de vuestra Boda, casi sin darse cuenta, los novios se encuentran frente al altar y frente al Párroco que dirigirá la Ceremonia.
A partir de este momento, sobre todo si los novios no conocen a esta persona, comienza el periodo en el que el fotógrafo tiene que valorar hasta que punto puede “abusar” de la confianza de éste representante de la Iglesia, ya que en determinadas ocasiones, estas personas suelen increpar, a veces de viva voz, a los profesionales que tienen que documentar las situaciones que se dan durante la Ceremonia, impidiendo conseguir una labor fluida y natural.
Como consecuencia de esto, es posible que las imágenes obtenidas de la Ceremonia no se correspondan con la muestra que su fotógrafo les enseñó en el Estudio, cuando lo visitaron los novios, ya que habrá una gran diferencia con las Ceremonias donde no se puso demasiados obstáculos al trabajo del fotógrafo.
>En mi caso, cuando se me han presentado estas situaciones, realmente se rompe el clima de alegría que se percibe en el templo, tanto para los propios novios como para familiares e invitados, sobre todo, dependiendo del tono en que el Párroco se dirija al fotógrafo, obligando incluso a restringir los movimientos en la zona próxima a los protagonistas de la Ceremonia.
No hay que olvidar que las Iglesias, al igual que los profesionales de la imagen, cobran un determinado importe económico por prestar su servicio a la Comunidad, razón primordial por la que no se nos debería de poner trabas a nuestro trabajo, al igual que nosotros no se las ponemos al suyo, pues se supone que estamos “en la casa de Dios”, donde todos tenemos su acogida.
Por otro lado, el título de este artículo no tiene que interpretarse como una confrontación constante entre Párrocos y Fotógrafos, pues como he comentado, suelen ser casos aislados pero a tener en cuenta, en los que no nos queda más remedio que adaptarnos a la situación.
En conclusión, se puede decir que es conveniente, por parte de los novios, hablar con la persona que dirija la Ceremonia para comunicarle que, en la medida de lo posible, no ponga trabas al trabajo que tiene que realizar el fotógrafo que han contratado, de modo que las fotografías que se obtengan de esos momentos, estén en la línea del estilo que su fotógrafo elegido tiene.
Por Juan Pablo Romero (imágenes del mismo autor).
A partir de este momento, sobre todo si los novios no conocen a esta persona, comienza el periodo en el que el fotógrafo tiene que valorar hasta que punto puede “abusar” de la confianza de éste representante de la Iglesia, ya que en determinadas ocasiones, estas personas suelen increpar, a veces de viva voz, a los profesionales que tienen que documentar las situaciones que se dan durante la Ceremonia, impidiendo conseguir una labor fluida y natural.
Como consecuencia de esto, es posible que las imágenes obtenidas de la Ceremonia no se correspondan con la muestra que su fotógrafo les enseñó en el Estudio, cuando lo visitaron los novios, ya que habrá una gran diferencia con las Ceremonias donde no se puso demasiados obstáculos al trabajo del fotógrafo.
>En mi caso, cuando se me han presentado estas situaciones, realmente se rompe el clima de alegría que se percibe en el templo, tanto para los propios novios como para familiares e invitados, sobre todo, dependiendo del tono en que el Párroco se dirija al fotógrafo, obligando incluso a restringir los movimientos en la zona próxima a los protagonistas de la Ceremonia.
No hay que olvidar que las Iglesias, al igual que los profesionales de la imagen, cobran un determinado importe económico por prestar su servicio a la Comunidad, razón primordial por la que no se nos debería de poner trabas a nuestro trabajo, al igual que nosotros no se las ponemos al suyo, pues se supone que estamos “en la casa de Dios”, donde todos tenemos su acogida.
Por otro lado, el título de este artículo no tiene que interpretarse como una confrontación constante entre Párrocos y Fotógrafos, pues como he comentado, suelen ser casos aislados pero a tener en cuenta, en los que no nos queda más remedio que adaptarnos a la situación.
En conclusión, se puede decir que es conveniente, por parte de los novios, hablar con la persona que dirija la Ceremonia para comunicarle que, en la medida de lo posible, no ponga trabas al trabajo que tiene que realizar el fotógrafo que han contratado, de modo que las fotografías que se obtengan de esos momentos, estén en la línea del estilo que su fotógrafo elegido tiene.
Por Juan Pablo Romero (imágenes del mismo autor).
2 comentarios:
Esta es una realidad constante y estoy muy de acuerdo con mi amigo Juan Pablo acerca de la importancia que tiene el sacerdote en el resultado de nuestro trabajo y en la ceremonia en general.
Me he enrrollado tanto escribiendo que acabo de borrarlo y haré un artículo aparte acerca de lo que dice Juan Pablo, porque es muy importante, mucho más de lo que la gente se imagina. Y muchos tratamos de que eso cambie. De modo que haré pronto un Parroco Vs Fotografo II. Con el permiso de Juan Pablo, claro.
Hola,lo primero deciros que me encanta la página y que espero en un futuro no muy lejano pertenecer a este selecto grupo de los "enamorados" de la fotografía de boda.He tenido,como muchos, pequeños desencuentros con algunos párrocos y he llegado a la conclusión de que el hecho de hablar con él antes de la ceremonia,presentandote y diciendo que vas a intentar molestar lo menos posible,aunque también tienes que hacer tu trabajo en las mejores condiciones,hace que todo vaya más suave y evita cualquier llamada de atención durante la ceremonia.Cuestión de un poquito de mano izquierda....
Enhorabuena de nuevo
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